Santa María Troncatti: la “Madrecita” que sembró paz en la selva

Santa María Troncatti: la “Madrecita” que sembró paz en la selva

Una vida que floreció en medio de la selva

 

Entre los árboles y los ríos de la Amazonía ecuatoriana, una mujer italiana dejó una huella que aún hoy sigue viva. Santa María Troncatti, misionera salesiana, fue enfermera, educadora, mediadora de paz y, sobre todo, una madre espiritual para el pueblo shuar.
Su historia es un testimonio de amor concreto, de fe vivida con alegría y entrega total al servicio del Evangelio.

De los Alpes a la Amazonía

María Troncatti nació en 1883, en Córteno Golgi (Italia), en una familia campesina sencilla. Desde joven sintió el llamado a consagrarse como Hija de María Auxiliadora (FMA), y durante la Primera Guerra Mundial se formó como enfermera, atendiendo a heridos y soldados.
Aquella experiencia fue su primera escuela de entrega. Poco después, su corazón la llevó más lejos: en 1922 partió como misionera hacia Ecuador, rumbo a la selva amazónica. Tenía casi 40 años, pero una juventud interior inagotable.

 

Misión en la selva: curar, enseñar y reconciliar

En el vicariato de Méndez —hoy provincia de Morona Santiago—, sor María dedicó más de cuatro décadas al servicio de los pueblos shuar y colonos.
Allí no había hospitales ni escuelas. Ella improvisó ambos. Fundó el Hospital Pío XII de Sucúa, enseñó a leer y escribir, curó con lo poco que tenía y, sobre todo, sanó corazones divididos por antiguas rivalidades.

Los shuar la llamaban “Madrecita”, porque en ella encontraban una presencia maternal, cercana, sin distancias. Su vida fue una parábola viva del amor cristiano: sencilla, valiente y profundamente humana.

Artesana de paz y reconciliación

Sor María no solo llevó medicinas y catequesis: llevó reconciliación. En una región marcada por conflictos, su palabra suave y su testimonio humilde lograron unir comunidades enfrentadas.
Ella sabía que el Evangelio no se impone, se siembra. Y esa semilla, sembrada entre los árboles de la selva, hoy sigue dando fruto en generaciones de jóvenes, familias y misioneros.

Una santa de hoy

El 19 de octubre de 2025, el Papa proclamó santa a María Troncatti, reconociendo su vida como modelo de misión, servicio y paz.
Su canonización recuerda al mundo que la santidad no está reservada a los altares, sino que nace del amor cotidiano: en quien cuida, enseña, acompaña, sirve.

🌿 “La santidad se construye paso a paso, con las manos, con el corazón y con una sonrisa.”

Su legado sigue vivo

Hoy, Santa María Troncatti nos invita a mirar con ternura y compromiso nuestro entorno:
💛 A servir con alegría, aun cuando el camino sea difícil.
🌱 A vivir la fe con creatividad y esperanza.
🤝 A ser puentes de reconciliación donde hay división.

Su vida nos enseña que la verdadera misión comienza cuando abrimos el corazón al otro y dejamos que Dios actúe a través de nuestras manos.

 

🌼 Una oración para inspirar el camino

“Señor, que como Santa María Troncatti sepamos servir con amor, sembrar paz donde haya conflicto y descubrir en cada persona un hermano al que Tú amas.”

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