





Orígenes de las Hijas de María Auxiliadora y su llegada a El Salvador
Las Hijas de María Auxiliadora (HMA), una congregación religiosa fundada por San Juan Bosco en 1872 en Italia, llegaron a El Salvador en 1896. Esta orden está dedicada principalmente a la educación y promoción de la dignidad de las mujeres, especialmente en el contexto de la educación infantil y juvenil, siguiendo el espíritu y el carisma de Don Bosco.
La historia de la fundación de las Hijas de María Auxiliadora en El Salvador está estrechamente relacionada con la expansión de la obra salesiana en América Latina, que comenzó en el siglo XIX y se consolidó a lo largo del siglo XX. A principios de la década de 1890, las primeras misioneras salesianas llegaron al país con el propósito de trabajar en la formación educativa, social y cristiana de la juventud salvadoreña.
La fundación en El Salvador se dio en el contexto de la creciente necesidad de una educación que respondiera a los problemas sociales y económicos de la región. Las Hijas de María Auxiliadora empezaron su labor apostólica en la capital, San Salvador, donde establecieron su primer colegio. Con el tiempo, el trabajo de las hermanas se expandió a otras ciudades y comunidades del país, atendiendo a niñas y jóvenes, y ofreciendo formación integral, tanto espiritual como académica.
A través de los años, la labor de las Hijas de María Auxiliadora en El Salvador ha sido fundamental en el desarrollo de la educación católica en el país. La congregación se ha dedicado a ofrecer un ambiente seguro, formativo y de calidad a las jóvenes, basándose en la pedagogía de San Juan Bosco y su amor por los jóvenes, así como en la devoción a María Auxiliadora, la figura central de la congregación.
Hoy en día, las Hijas de María Auxiliadora continúan su misión educativa en El Salvador, manteniendo el legado de Don Bosco en la atención a la juventud más vulnerable, promoviendo valores cristianos y contribuyendo al bienestar de las niñas y jóvenes del país.